Carta de agradecimiento a una silla rota

“Te compré porque eras la opción más barata y ahora no te cambio por nada. Eres la mejor silla de este nuevo mundo, que ahora es mi casa. Sí, estás rota, llena de pelos de gato, y siendo sincero no eres tan cómoda, pero ahora eres mi oficina, mi comedor y ocasionalmente un peligroso vehículo de carreras.

Así que gracias por acompañarme, mientras todo esto pasa”.

Pablo Jaramillo

Artista: David Suárez Arias, Mesa Distrital de Grafiti